La muerte y el duelo forman parte de la vida, de nuestro modo de entenderla. Morir es algo que ninguno de nosotros va a poder evitar, estamos destinados a ello.
El cómo vivimos y afrontamos las pérdidas depende en gran medida de lo que aprendimos en nuestro entorno cercano y, por tanto de cómo hemos ido construyendo nuestra historia y de cómo hemos ido asimilando todo aquello que nos ha ido ocurriendo. Dicen que todas las pérdidas nos preparan para la última: la nuestra. Y así es.
La vida a veces me hace pensar en el béisbol: en ocasiones tenemos que golpear con fuerza la pelota que nos llega, otras, pararla, otras lanzarla lo más fuerte y estratégicamente que podamos, otras… echar a correr hasta una base segura.
Debemos conocer las reglas del juego y saber lo que es una base segura para poder detenernos en ella cuando es necesario.
Y si de pequeños no tuvimos una base suficientemente segura, podemos aprender a construir una.
Mayte nos da una lección en esta preciosa conversación con Albert Om en Rac1. Nos deja un valiosísimo testimonio de cómo afrontar la muerte y en definitiva, la vida. Nos deja las pistas para vivir, el tiempo que tengamos, desde la entereza, la coherencia, el amor, la certeza, la valentía… y eso no evita el dolor, ni las despedidas, ni los fragmentos que dejamos a nuestro paso. Pero si nos da una perspectiva de cómo enfocarnos para no vivir desde la falta, sino desde la plenitud.
Y su marido Bernat, en aparentemente segunda fila, sosteniendo todo el proceso, enlazando a todos los seres queridos de Mayte y a ella con nosotros, nos brinda la generosidad y gratitud de la que estamos hechos los seres humanos. Él, seguramente, es una base segura.
No podría añadir mucho más al audio de Mayte, ella es una Maestra que va por delante y nos invita a un camino de paz y compasión. Solo puedo dar las gracias por haberme cruzado con ella mientras volvía a casa en el coche y mi marido me dijo: «pon la radio, que te va a gustar».
Bases seguras en vida, de camino a la siguiente etapa.